Comentarios a "Misericordia"
El autor, la obra y sus personajes
El autor: Benito Pérez Galdós
Don Benito, nació el 10 de mayo de 1843, en Las Palmas (Canarias), fue el décimo hijo de don Sebastián Pérez y de doña Dolores Galdós. Pertenecía a la clase media, de posición acomodada, el padre de Benito era teniente coronel, una de las más altas graduaciones para un militar, pero en cambio era Dolores la que gobernaba la familia Pérez Galdós, no solo con firmeza, sino con inteligencia practica, en lo que a economía se refiere. Benito fue de notable estatura, moreno, tenía un misterioso bigote y aunque se le conocía como bastante atractivo, nunca fue muy mujeriego, y además era hombre de pocas palabras, y más dado a observar que a comentar lo que observaba. Tenía tres grandes aficiones: leer, escribir y dibujar. Autor de numerosas obras murió en el olvido y con estrechez económica.
En 1873 comenzó a publicar la que se puede considerar su obra cumbre: los Episodios Nacionales, donde quedan reflejados de forma muy viva los hechos más importantes de la agitada historia de España durante el siglo XIX. Son un conjunto de 46 episodios, que comienzan en la batalla de Trafalgar y terminan en la Restauración borbónica en España.
La obra: Misericordia
Personajes:
Benina (Benigna)
Dª Paca
Obdulia y Antoñito (Sus hijos)
Frasquito Ponte Delgado
El ciego Almudena (Mordejai)
D. Romualdo (clérigo imaginario que se hace real)
El Madrid de la época con su ambiente y calles
Muchos pobres
Misericordia: Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos (Diccionario de la RAE).
El autor: Benito Pérez Galdós
Don Benito, nació el 10 de mayo de 1843, en Las Palmas (Canarias), fue el décimo hijo de don Sebastián Pérez y de doña Dolores Galdós. Pertenecía a la clase media, de posición acomodada, el padre de Benito era teniente coronel, una de las más altas graduaciones para un militar, pero en cambio era Dolores la que gobernaba la familia Pérez Galdós, no solo con firmeza, sino con inteligencia practica, en lo que a economía se refiere. Benito fue de notable estatura, moreno, tenía un misterioso bigote y aunque se le conocía como bastante atractivo, nunca fue muy mujeriego, y además era hombre de pocas palabras, y más dado a observar que a comentar lo que observaba. Tenía tres grandes aficiones: leer, escribir y dibujar. Autor de numerosas obras murió en el olvido y con estrechez económica.
En 1873 comenzó a publicar la que se puede considerar su obra cumbre: los Episodios Nacionales, donde quedan reflejados de forma muy viva los hechos más importantes de la agitada historia de España durante el siglo XIX. Son un conjunto de 46 episodios, que comienzan en la batalla de Trafalgar y terminan en la Restauración borbónica en España.
La obra: Misericordia
Personajes:
Benina (Benigna)
Dª Paca
Obdulia y Antoñito (Sus hijos)
Frasquito Ponte Delgado
El ciego Almudena (Mordejai)
D. Romualdo (clérigo imaginario que se hace real)
El Madrid de la época con su ambiente y calles
Muchos pobres
Misericordia: Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos (Diccionario de la RAE).
Comentarios generales a la obra:
En Misericordia (1897) se nos sumerge en los estratos más bajos del Madrid de entonces, con gente acomodada pero venida a menos. En ella encontramos una espléndida pareja de figuras: el moro ciego Almudena y la criada Benina (Benigna) que es la auténtica protagonista de la obra y única poseedora de la virtud.
Misericordia está considerada como una de sus obras maestras y en ella retrata a la dulce Benina que mendiga para llevar dinero a la casa en la que trabaja de criada sin cobrar y en la que aparece el retablo más descarnado de la miseria madrileña.
Nos presenta a los personajes más humildes, la extrema pobreza y la más absoluta miseria material y espiritual que domina el ambiente de Madrid. Al describir los hechos ocurridos tras un funeral seguido de boda en una iglesia dice “… acudió tanta pobretería de otros cuadrantes…que cayeron sobre ellos como nube de langosta y al padrino le estrujaron el gabán y hasta le chafaron el sombrero”
El mensaje es de desencanto con los gobernantes y con la estructura política y social del momento, dominada por una burguesía que no supo responder con hechos a las esperanzas regeneracionistas que se habían puesto en ella. La sociedad es clasista de modo manifiesto hasta el punto que clases sociales absolutamente empobrecidas mantienen distancias insalvables con los pobres “de siempre” aunque sean estos los que los mantienen y hasta les exigen que hagan esfuerzo de ingenio para resolverles la crisis diaria. Cuando aparece el milagro de una herencia, a la pobre sirvienta se la aparta como trasto (“…no tengo la virtud en grado heroico que se necesita para alternar con la pobretería sucia y apestosa…”) y como consecuencia de tanta ingratitud su espíritu se siente fortalecido por las buenas acciones realizadas.
Es también notoria la incultura y la ignorancia dominantes y en la que se igualan ricos y pobres.
La absoluta presencia de la religión católica en la sociedad se contrapone con la falta de caridad practicada por ella. Hay un fuerte sentido de espiritualidad crítica en la obra.
La obra está vista desde la presencia permanente de la fiel Benina a modo de una cámara que graba el mundo que la rodea.
Lenguaje:
Magnífico uso del castellano con especial atención al uso del lenguaje popular que realiza con real maestría. Así los personajes se identifican con su manera de hablar: El chulapo madrileño, el árabe marroquí-semita, el gitano, etc.
Los nombres y apellidos son descriptivos de la persona o su procedencia: Ponte Delgado (el más flaco), Juárez de Zapata (antepasados de México), Cedrón (alto y fuerte)
Realismo y naturalismo se dan la mano en esta obra, huyendo de figuras retóricas con el fin de expresar fielmente la realidad y lo que se pretende expresar.
Sevilla, a 31 de mayo de 2006