ELPAIS.com - Sección Cultura

20 enero 2016

"El maestro Juan Martínez estaba allí" de Manuel Chaves Nogales

MANUEL CHAVES NOGALES (1897-1944) nació en Sevilla. Se inició muy joven en el oficio de periodista, primero en su ciudad natal y más tarde en Madrid. Entre 1927 y 1937, Chaves Nogales alcanzó su cénit profesional escribiendo reportajes para los principales periódicos de la época, y ejerciendo, desde 1931, como director de Ahora, diario afín a Manuel Azaña de quien Chaves era reconocido partidario.
Al estallar la guerra civil se pone al servicio de la República y sigue trabajando como periodista hasta que el gobierno abandona definitivamente Madrid, momento en el que decide exilarse en Francia. La llegada de los nazis, que describiría magistralmente en el ensayo La agonía de Francia, le obligó a huir a Londres, donde falleció a los 47 años.
Además de brillante periodista es autor de una espléndida obra literaria entre la que destacan sus libros sobre Rusia: los reportajes La vuelta a Europa en avión. Un pequeño burgués en la Rusia roja (1929), Lo que ha quedado del imperio de los zares (1931) y El maestro Juan Martínez que estaba allí (1934); la biografía Juan Belmonte, matador de toros (1935), su vida y sus hazañas, su obra más famosa, considerada una de las mejores biografías jamás escritas en castellano; y A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España (1937), impresionante testimonio de la guerra civil donde denuncia las atrocidades cometidas por ambos bandos con una lucidez sorprendente y adelantada a su tiempo.

El maestro Juan Martínez estaba allí 
El autor narra lo que el maestro Juan Martínez, un bailarín de flamenco español y de Burgos, le había contado de sus aventuras, desventuras, peripecias y traslados por Rusia, en plena revolución bolchevique y  en la siguiente guerra civil donde le sorprendió estando de gira con su pareja, Sole, y de donde no pudo marcharse. Con lenguaje periodístico, Chaves Nogales nos lleva con minuciosa precisión por San Petersburgo, Kiev, Moscú y otras ciudades de la mano de lo que le había contado estando en París el citado maestro. El periodista expone los hechos tal como fueron dejando al lector la oportunidad de interpretar los sentimientos de miedo, amor, opiniones del desgraciado bailarín oportunista y pícaro burgalés. Un final melodramático oscurece el intenso relato periodístico que se lee sin descanso esperando en qué desemboca el río de acontecimientos.
Compañero de generación de Camba, Ruano o Pla, Chaves perteneció a una brillante estirpe de periodistas que, en los años 30, viajaron profusamente por el extranjero, ofreciendo algunas de las mejores páginas del periodismo español de todos los tiempos.