Comentarios a "La conjura de los necios"
El Autor
John Kennedy Toole
La biografía de John Kennedy Toole, Nueva Orleans (1.937-1.969), quién ha demostrado ser uno de los escritores más ingeniosos y lúcidos del siglo XX, no es lo interesante y sustanciosa que el autor merecía. Licenciado en inglés por la Columbia university, fue profesor de la University of Southwestern y el Dominican College de Nueva Orleans. Escribió "La Conjura de los Necios" en los primeros años sesenta no logrando verla publicada, ya que apareció por primera vez en 1.980 (1982 en España), once años después de que el autor se suicidara, debido a los esfuerzos de Thelma, su madre, y al apoyo del profesor Walter Percy. Sin embargo, cuando ésta vio la luz, la respuesta entusiasta de la crítica fue unánime, recibiendo el premio Pulitzer en 1.981, y siendo galardonada, una vez publicada en Francia, como mejor novela en lengua extranjera del año. De manera póstuma también apareció "La Biblia de Neón".
El diccionario ESPASA referente al autor, dice: "Una violenta sátira de la sociedad estadounidense que fué rechazada por los editores, hecho que influiria de forma fundamental en su suicidio. El libro fué publicado finalmente en 1980, y consiguió un enorme éxito de crítica y público. En 1981 fué galardonado con el premio Pullitzer".
La Obra: La conjura de los necios
Editorial Anagrama 366 páginas
Personajes:
Ignatius J. Reilly: Protagonista.
Sra. Reilly: Madre de Ignatius.
Myrna Minkoff: Progre y amante epistolar de Ignatius.
Mancuso: Policia
Los Levy: Propietarios de Levy-Pants
Srta. Trixie: Anciana y eterna empleada.
Otros: Recursos para hacer crítica social
Sinopsis:
Ignatius Reilly, 30 años, universitario en paro, es un compendio de cualidades negativas: cobarde, repugnante, caprichoso, reprimido, mentiroso, egoísta, anárquico, obeso, inmundo y sucio bigotudo. Encerrado en su habitación rellena cuadernos Gran Jefe, con su ideario (teología y geometría) reivindicando un cambio social a la vez que imparte y reparte juicios en todas las direcciones y cada uno de los elementos que integran la sociedad a la vez que desea que la constante inmoralidad de sus enemigos sea castigada. Todo acompañado de las reacciones de su válvula pilórica, en forma de eructos. Particularmente enemigo de todo lo avanzado y de los modos sociales, hace gala de su particular anarquismo oponiéndose al trabajo, a las leyes y autoridades anteponiendo siempre su propio ego a todo lo que le rodea.
Su visión del mundo le hace presentarnos, en sus muchas y continuas peripecias, un variopinto retrato social satirizado y caricaturizado: La educación escolar, las costumbres de las clases populares, la religión, el miedo al “que dirán”, las formas de vestir, la condición social de los negros, la servidumbre de los trabajadores, la pequeña delincuencia, la prostitución o las clases acomodadas reciben un furibundo varapalo.
Todo ello dentro de una desternillante y ágil obra con trepidante ritmo narrativo, cualquier acontecimiento da lugar a otro nuevo.
En el prólogo se menciona la similitud con Don Quijote. Ambos comparten la personal interpretación del mundo y ambos se enfrentan a desventuradas empresas.
Quien sabe si el autor quiso plasmar en esta obra sus sentimientos y su reacción ante el mundo que marcó su época.
La frase: “Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él. (Johnathan Swift)”
Del prologo: “Es una gran farsa estruendosa de dimensiones falstaffianas... También es triste... La tragedia del libro es la del autor: su suicidio en 1969, a los treinta y dos años y la posible gran obra que con su muerte se nos ha negado”.
La reseña: “Un personaje basado en el devastador choque que supondría extraer alguna mente pensante de otra época, colocarla en medio del crepitar social de los barrios modestos de cualquier ciudad y confrontarla con todo tipo de personajes contemporáneos a la novela. Algo aún más delirante si el personaje no es de otra época: una ingeniosa muestra, llevada al extremo, del mito del hombre perplejo, desubicado e incómodo ante la sociedad en la que vive y a la que no quiere deberse. Algo que casi todos padecemos en algún momento (sin necesidad de ser un genio, como sugiere la cita de Jonathan Swift, el escritor irlandés autor de "Los Viajes de Gulliver", que abre el libro y de la que surgió el título de la obra), y que, estoy seguro, padeció el propio autor. Por eso cabe preguntarse hasta qué punto alguien tan en principio execrable, no lleva en su actitud una parte importante de todos aquellos que luchan en desventaja por gozar de una libertad real, no mediatizada; que pierden y huyen hacia adentro, o salen a regañadientes porque se tienen que buscar la vida o cumplir con un no escrito compendio de actitudes como premisa ineludible para llegar a vivir en paz.”
(Articulo de JUANFRAN MOLINA en “colectivoboina.iespana.es”)
Sevilla 23/01/2008