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02 enero 2008

Yasunari Kawabata

Yasunari Kawabata (1899-1972)
El escritor japonés Kawabata Yasunari, se destacó en el panorama literario del siglo XX por la delicadeza y el refinado lirismo de sus obras.Kawabata nació en Osaka el 11 de junio de 1899. La soledad en que pasó su infancia tras la muerte de sus seres más queridos marcó profundamente su personalidad. Huérfano a los 3 años, insomne perpetuo, cineasta en su juventud, lector voraz tanto de los clásicos como de las vanguardias europeas, fue un solitario empedernido.
Tras finalizar sus estudios en 1924 fundó Bungei Jidai (La Edad Artística). Fue precisamente en esa revista donde apareció, en 1926, "Izu no odoriko" ("La danzarina de Izu"), relato lleno de imágenes líricas y sugerentes, en el que se apreciaban ecos de las escrituras budistas y de los poetas medievales japoneses, que para el autor constituían "la más elevada literatura del mundo".La soledad, la angustia ante la muerte, la búsqueda de la belleza y la atracción por la psicología femenina, expresado todo ello en un estilo simbólico y lírico, fueron temas centrales en torno a los cuales giraron Yukiguni (1948; País de nieve), Yama no oto (1949-1954; El clamor de la montaña) y Nemureru bijo (1961; Bellas adormecidas), obras de plenitud artística que lo hicieron merecedor, en 1968, del Premio Nobel de literatura.
Kawabata Yasunari se suicidó en Zushi el 16 de abril de 1972. Su obra, que él mismo definió como un intento de hallar la armonía entre el hombre, la naturaleza y el vacío, permanece entre las más altas de la narrativa del siglo XX.

Algunas de sus obras

El palacio de las bellas durmientes

"No debía hacer nada de mal gusto, advirtió al anciano Eguchi la mujer de la posada. No debía poner el dedo en la boca de la muchacha dormida ni intentar nada parecido."
Así comienza este relato de ternura, miedo a la vejez, recuerdos de juventud y erotismo contado con la exquisita delicadeza de la cultura oriental.

La Pandilla de Asakusa
"Sin ser observados, jóvenes encapuchados siguen a las geishas en su camino a las casas de citas."
En 1920, el barrio de Asakusa representaba para Tokio 'Lo que Montmartre habla sido para París en 1890 y lo que Times Square sería para Nueva York en 1940. Un lugar que permitía el anonimato, la libertad, la deriva; un lugar donde la vida fluía por todas partes, Lleno de placeres, sexuales y sociales. La pandilla de Asakusa captura el encanto decadente de ese distrito de teatros de revistas, bares de jazz y burdeles, arquitectura modernista y cines destartalados.
Esta novela de Yasunari Kawabata retrata la energía desbordante de Asakusa mediante la crónica, el relato popular, las escenas callejeras y un ritmo cinematográfico. Diferente de su obra posterior, se pueden reconocer, sin embargo, ciertos motivos propios: el erotismo, la venganza amorosa, el influjo envenenado de Occidente.
Testimonio impar del choque de las tradiciones milenarias de Japón con el florecimiento de la ciudad moderna.

El Sonido de la Montaña
"El sonido se interrumpió y, de repente, tuvo miedo. Quería interrogarse, con calma y determinación, si había sido el sonido del viento, el rumor del mar o un zumbido dentro de sus oídos. Pero había sido otra cosa, de eso estaba seguro. La montaña." Ogata Shingo ha comenzado a perder la memoria. Por las noches, desde la cama, oye el rumor lejano de la montaña, un sonido que él asocia a la muerte. En medio de eso, están los afectos que constituyen la base de su existencia: su cansada mujer, el hijo diletante y la nuera, que inspira en el anciano compasión y deseo sexual. El sonido de la montaña logra plasmar con acuciante belleza, como pocas novelas lo han hecho, el drama del paso del tiempo. En su retrato de un viejo hombre de negocios de Tokio, Yasunari Kawabata desentraña las limitaciones graduales que la edad impone a la vida, y los repentinos raptos de pasión y entusiasmo que, de vez en cuando, la iluminan. La constelación aparentemente fija de las relaciones familiares, el encanto de la naturaleza, el amor y la pasión son algunos elementos de esta novela hipnótica, que provoca una fascinación inusitada, a la vez que inquieta profundamente.

Historia en la palma de la mano
El Premio Nobel de Literatura en 1968, Yasunari Kawabata es conocido por sus novelas incisivas, líricas y profundas.
Pero según él mismo, la esencia de su arte debe ser buscada en la serie de historias cortas a las que llamó "historias en la palma de la mano" escrita a lo largo de su vida. Comenzó a experimentar con las formas breves en 1923 y retornó a ellas cada tanto. De hecho, el último de sus trabajos fue una reducción a la medida de la palma de la mano de una de sus obras mayores, País de nieve, escrita poco antes de su suicidio en 1972.Como soñadas, intensamente atmosféricas, por momentos autobiográficas y otras veces fantásticas, estas historias reflejan el concentrado interés del autor japonés por la miniatura, el fragmento de argumentos reducidos a lo esencial y la escritura relámpago. En Historias en la palma de la mano conviven la soledad, el amor, el paso del tiempo, los rituales y la muerte.


El Maestro de Go
Hacia 1938, el jugador de Go Shusai Honnimbo-, imbatible meijingodokoro, está próximo a morir. Es el Gran Maestro de la época, luego de él no habrá ningún otro jugador de tan alto grado. Los maestros, elegidos en el seno de familias nobles, deben integrar el torneo anual en donde compiten bajo la tutela del shogun. El tiempo de Shu-sai, el último de los Honnimbo-, estará medido por la partida con el joven maestro Otake, quien simboliza el tránsito ideal de la tradición a un mundo nuevo, diferente y aún indeterminado. Espectador de excepción de la contienda, Yasunari Kawabata asistió al interminable torneo, que duró casi medio año, con una extensa interrupción de tres meses a causa del agravamiento de Shu-sai. Derrotado definitivamente el 4 de diciembre de 1938, éste muere un año después. El Maestro de Go es la biografía ficticia de un hombre que va al encuentro de su destino con extraordinaria dignidad.


Mil Grullas
En la bella ciudad de Kamakura, una mujer que oculta una mancha en uno de los pechos manipulará los preciosos objetos de un rito que trasvasarán, como fantasmas, el peso del erotismo de una generación a otra. Y así, un joven hereda las obsesiones amorosas de su padre, experto en la ceremonia del té. Mil grullas en vuelo aparecen a lo largo del relato como misterioso auspicio. Yasunari Kawabata, uno de los mayores escritores japoneses del siglo XX, explora en esta novela la fuerza del deseo y del remordimiento, y la sensualidad de la nostalgia, en una bellísima historia en donde cada gesto tiene un significado, e incluso hasta el más leve roce o suspiro tiene el poder de iluminar vidas enteras, a veces en el preciso instante en que son destruidas. Una historia brillante acerca del deseo, el arrepentimiento y la sensualidad. Yasunari Kawabata, premio Nobel de Literatura y autor de País de nieve es uno de los más importantes escritores japoneses.

Pais de Nieve
Shimamura regresa al País de nieve atraído por la belleza de la estación y el tradicional estilo de vida. Pero vuelve especialmente por Komako, una joven aprendiz de geisha que conoció en un viaje anterior. Él es un hombre rico, de mediana edad, que intenta escapar de un matrimonio sombrío y de su vida en Tokio. Ella, una bellísima mujer vulnerable a sus propias emociones, que madura ante los ojos de su amante. El amor apasionado que Shimamura despiera en Komako le plantea un dilema: incapaz de corresponderlo, pero a la vez fascinado por su intensidad, optará por repetir y prolongar su estadía en las termas aprovechando la distancia perfecta que le ofrece la relación huésped-geisha. Un tercer personaje, la misteriosa Yoko, teje su destino al de la pareja, con el blanco de la nieve como trasfondo y presencia continua.
La escritura sutil y poderosa de Yasunari Kawabata vuelve con una novela donde relata con maestría el triángulo del amor, la belleza y el paisaje


Correspondencia
Esta Correspondencia completa e inédita entre Kawabata y Mishima, que abarca veinticinco años (1945-1970), ilumina las afinidades secretas que, bajo aparentes contrastes, vincularon a estos dos grandes escritores japoneses del siglo XX. Al comienzo de su intercambio epistolar, Mishima era apenas un muchacho. Para él Kawabata era un maestro. Éste, ya un escritor célebre, supo apreciar el talento del discípulo y lo alentó desde entonces. Compartían varios temas y obsesiones: la atracción por la muerte, la percepción trascendente de las relaciones humanas, la superación de sí mismo teñida de crueldad, la exigencia de lo absoluto y de la perfección, la devoción por la belleza. Al final de sus vidas los unió el suicidio, que ambos eligieron con dos años de diferencia. La lectura de estas valiosas páginas resulta una experiencia única y reveladora de la personalidad literaria de Kawabata y Mishima, así como la prueba incontestable de una amistad tan profunda como refinada

Lo Bello y lo Triste
Impulsado por la nostalgia, Oki Toshio decide viajar a Kyoto para oír sonar las campanas del templo en el Año Nuevo. Pero, además, quiere ver a Otoko, su antigua amante, ahora pintora. Todavía hermosa, Otoko vive con su protegida Keiko, una joven amoral, sensual y apasionada de apenas veinte años. Keiko desencadenará este cruel drama de amor, venganza y destrucción. Yasunari Kawabata, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1968, se ha consagrado como uno de los más distinguidos novelistas japoneses. A los setenta y dos años de edad, se quitó la vida sin dejar ninguna explicación. Lo bello y lo triste es el testimonio póstumo de la maestría de la maestría psicológica, del virtuosismo y de la originalidad de su obra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque Kawabata y yo nos hemos conocido hace poco, no entiendo como he estado tanto tiempo sin él. Me parece una literatura sublime, la cultura japonesa y su concepción de la belleza se derrama entre sus líneas. Escribe sobre caricias de mano, recuerdo sensible y vívido, de aposentos en silencio, de espanto y delirio, de cuerpos jóvenes y dormidos. Son historias de amores nunca satisfechos, de incapacidad de amar, es una aventura, una tentación. Te enseña a contar besos, es melancólico y maravillosamente hipnotizante. Es un goce y un verdadero placer compartir un relato de Kawabata con un amigo. ¿Estas dormida?................¿Vas a despertarte? Una lectura tremendamente deliciosa. Milena

Rafael dijo...

Milena: Comparto totalmente tu sensación y los sentidos que despiertan con la lectura de los maestros japoneses y en especial con Kawabata. La delicadeza y la sensualidad, siempre presentes, dominan la escena. Son lecturas para ser vividas. Rafa