"Las partículas elementales" de Michel Houellebecq
El autor: Michel Houellebecq. Hijo de padres atípicos que, al parecer, se desentendieron de él desde muy pequeño, pasó su infancia y adolescencia con su abuela paterna, de la cual adoptó su apellido como pseudónimo. De este hecho biográfico nacen algunos de sus temas recurrentes en su obra, como su fijación en las miserias afectivas del hombre contemporáneo. En 1980 se licenció como ingeniero agrónomo. Su vida quedará reflejada en su primera novela.
Sus obras y opiniones, muy críticas con el pensamiento políticamente correcto y con los restos de mayo del 68, le pusieron en el punto de mira de algunos medios, que lo acusaron de misógino, decadente y reaccionario, lo cual sólo hizo que aumentaran su popularidad y sus ventas. Es adorado por sus incondicionales -Fernando Arrabal le considera el mejor escritor francés vivo- y denostado como pornógrafo, misógino y racista por sus muchos oponentes.
La obra: Las partículas elementales. La obra, una especie de ensayo novelado autobiográfico, cuenta como es la vida del hombre occidental desde los años ‘70 a nuestros días prolongando su elucubración futurista hasta 2030 y su importancia y originalidad consiste en cómo lo hace: Con innegable calidad literaria y acompañada de un lenguaje agresivo, nos presenta a dos hermanastros que son abandonados, por su madre y padres, a manos de abuelas o colegios que los dejan sin referente familiar y protección. Son victimas de las circunstancias familiares y que estas a su vez lo fueron por otras sociales: Michel, (biólogo dedicado a la investigación molecular y ajeno a cualquier tipo de afectividad) y Bruno (obsesionado con alcanzar placer sexual de manera inmediata y que debido a su poco atractivo fisico se ve abocado a buscarlo de manera solitaria).
A través de ellos teje una despiadada crítica a valores que se suelen ocultar cuando la literatura se hace en base a lo “políticamente correcto” y de Houellebecq nada se salva: la liberación sexual pregonada en la época, el feminismo extremo, el miedo cerval al envejecimiento y la obsesión por permanecer adolescentes, las religiones y sectas, la incapacidad afectiva y erótica, las administraciones públicas, el mito de mayo del ’68, los hijos, la familia....
Todo merece una crítica despiadada, irrespetuosa y desesperanzada. No hay tregua a la sociedad actual y su sed hedonista, la globalización y sus consecuencias, el éxito como meta y la falta sentimientos que conduce a los personajes a un callejón sin salida.
Deja una puerta abierta a la esperanza con la llegada de una nueva religión (New Age), un futuro femenino -gracias a complicidad, generosidad, optimismo y armonía de la mujer- y otra humanidad, (tras la culminación del proceso destructivo de la actual), producto de la clonación y la manipulación del genoma humano o del desarrollo de la biología molecular. Mientras nos hace reflexionar, casi con machacona insistencia, sobre las alternativas posibles al comportamiento social actual. Hay un futuro alternativo perfectamente posible que solo la ética podrá limitar, pero ¿cuál es su límite?.
La obra ha gustado o escandalizado, pero no deja impasible. Son personajes reales aunque extremos, con sus deseos, pasiones y debilidades. Seres frágiles con los que fácilmente nos podemos identificar. Los espacios donde viven, las fiestas de sexo en grupo, playas nudistas de sexo fácil...son reales y existen aunque la sociedad las oculte. En medio de todo también cabe el amor, la ternura y el dolor. En la novela, la hipocresía está fuera de lugar.
Sus obras y opiniones, muy críticas con el pensamiento políticamente correcto y con los restos de mayo del 68, le pusieron en el punto de mira de algunos medios, que lo acusaron de misógino, decadente y reaccionario, lo cual sólo hizo que aumentaran su popularidad y sus ventas. Es adorado por sus incondicionales -Fernando Arrabal le considera el mejor escritor francés vivo- y denostado como pornógrafo, misógino y racista por sus muchos oponentes.
La obra: Las partículas elementales. La obra, una especie de ensayo novelado autobiográfico, cuenta como es la vida del hombre occidental desde los años ‘70 a nuestros días prolongando su elucubración futurista hasta 2030 y su importancia y originalidad consiste en cómo lo hace: Con innegable calidad literaria y acompañada de un lenguaje agresivo, nos presenta a dos hermanastros que son abandonados, por su madre y padres, a manos de abuelas o colegios que los dejan sin referente familiar y protección. Son victimas de las circunstancias familiares y que estas a su vez lo fueron por otras sociales: Michel, (biólogo dedicado a la investigación molecular y ajeno a cualquier tipo de afectividad) y Bruno (obsesionado con alcanzar placer sexual de manera inmediata y que debido a su poco atractivo fisico se ve abocado a buscarlo de manera solitaria).
A través de ellos teje una despiadada crítica a valores que se suelen ocultar cuando la literatura se hace en base a lo “políticamente correcto” y de Houellebecq nada se salva: la liberación sexual pregonada en la época, el feminismo extremo, el miedo cerval al envejecimiento y la obsesión por permanecer adolescentes, las religiones y sectas, la incapacidad afectiva y erótica, las administraciones públicas, el mito de mayo del ’68, los hijos, la familia....
Todo merece una crítica despiadada, irrespetuosa y desesperanzada. No hay tregua a la sociedad actual y su sed hedonista, la globalización y sus consecuencias, el éxito como meta y la falta sentimientos que conduce a los personajes a un callejón sin salida.
Deja una puerta abierta a la esperanza con la llegada de una nueva religión (New Age), un futuro femenino -gracias a complicidad, generosidad, optimismo y armonía de la mujer- y otra humanidad, (tras la culminación del proceso destructivo de la actual), producto de la clonación y la manipulación del genoma humano o del desarrollo de la biología molecular. Mientras nos hace reflexionar, casi con machacona insistencia, sobre las alternativas posibles al comportamiento social actual. Hay un futuro alternativo perfectamente posible que solo la ética podrá limitar, pero ¿cuál es su límite?.
La obra ha gustado o escandalizado, pero no deja impasible. Son personajes reales aunque extremos, con sus deseos, pasiones y debilidades. Seres frágiles con los que fácilmente nos podemos identificar. Los espacios donde viven, las fiestas de sexo en grupo, playas nudistas de sexo fácil...son reales y existen aunque la sociedad las oculte. En medio de todo también cabe el amor, la ternura y el dolor. En la novela, la hipocresía está fuera de lugar.
Todo invita a la reflexión a la vez que nos hace participes de la soledad, la angustia y desgracia de sus personajes y, a veces, también con risa.
Sevilla 17/02/2010
Sevilla 17/02/2010
4 comentarios:
Está claro que menos indiferencia,eata novela te despierta toda clase de sentimientos.
Ambientada en Paris,tiene como referente el movimiento "jipi"y los cambios ideológicos,sociales y morales que se produjeron.
Triste porque no deja esperanza para la civilización tal como la conocemos.
Sorprende por tanto sexo,pero a la vez habla de sentimientos y de la diferencia entre las personas.
Me gusta como define la alegria en una historia tan triste:La alegria es una emoción intenza y profunda, un sentimiento exaltante de plenitud experimentado por toda la conciencia:se puede comparar con la embriaguez,con el arrebato, con el éxtasis.
Es que vivir es una pura dificultad, no es fácil ni lo ha sido nunca, tiene llagas….y esta novela es profundamente amarga, no está escrita con pluma, el autor usa un escalpelo y disecciona una sociedad trabajando la provocación. Con la excusa de una inteligente trama futurista cuenta como es la vida de un ser humano de finales de siglo XX, es un libro de ayer, de hoy y de pasado mañana…..condensa los temores, esperanzas y frustraciones, vidas que se deslizan al fracaso desde el mismo principio, sin ser capaces de la que la amargura y la soledad sean sus últimos compañeros, es el patético esplendor de una época. La novela es un callejón sin salida, una tesis que te cambia la perspectiva del mundo, un descubrimiento extremadamente importante, es como descubrir que los Reyes Magos son los padres. Te ataca al corazón con un constante ir y venir entre ternura y crudeza. Un libro redondo, lleno de matices y contrastes. Houellebecq es un autor necesario, alguien que puede hablar de lo que hay sin necesidad de ser diplomático, es tajante, incorrecto, sucio y vital… atormenta y molesta pero es de verdad. Intenta advertir y adivinar un triste y malo futuro, nos avisa y exagera para zamarrearnos, nos critica y juzga, otro libro de gente que late y peca, de esos libros que huelen y sudan, sin ser un libro fácil me ha gustado, hay párrafos para soñar y otros para olvidarlos, y sin ánimos de rendirme ante la vida…lo haré lo mejor que pueda, pero no se como gritarle al futuro lo que va a pasar, me despierta la necesidad de avisar, pero el libro es de cristal grueso y no lo puedo atravesar, a la vida no se la puede alertar, además, quién esté libre de pecado que tire la primera piedra, y como bien dice el autor, no hay que temerle a la felicidad, no existe.
"Las partículas elementales" es una excelente novela, afirmación que apoyo en las siguientes consideraciones:
1. Se trata de una obra políticamente incorrecta,no apta para estómagos delicados, lo que es muy de agradecer en un mundo en que sutiles formas de autocensura nos impiden llamar a las cosas por su nombre. Este no es el caso. Aquí no queda títere con cabeza. Y eso reconforta.
2. En esta demoledora tarea de topo, el autor desmonta no pocas supercherías de la "modernidad", pura quincalla ideológica que se presenta como teoría salvífica: desde el individualismo extremo, el sexo como alienación y las religiones convencionales, hasta los misticismos orientales, el movimiento hippie y el feminismo talibán, pasando por el mito de la eterna juventud y la psiquiatría en sus más degradadas manifesaciones.
3. Pese a ello, o quizás por ello mismo, en este novela se encuentra una de las más encendidas defensas de la condición femenina. Los dos personajes principales, Michel y Bruno, están convencidos de que las mujeres tienen una menor propensión al egoísmo, son más dialogantes, hacen gala de una mayor ternura, son más fuertes y envejecen con mayor dignidad. En suma, hacen el mundo más habitable.
4. El supuesto nihilismo de esta novela no es tal. El autor da alternativas, da salidas a un mundo sin alma del que, a mi modo de ver, tenemos pocas razones para sentir nostalgia. En su opinión, los avances científico-técnicos permiten prever una humanidad menos homicida y más solidaria. Esta previsión del futuro, convierte a la novela en una obra de anticipación, lo que no habría podido imginar al comenzar su lectura.
Este autor es tremendamente claro al expresarse, por lo cual la novela llega al extremo de escandalizar, mas que una novela parece un ensayo de la sociedad basad0 en mayo del 68, en la que la época hippy vive a veces una libertad sin freno, que puede llevar a la depravación.
Los personajes son seres carentes de afectividad y de valores, abandonados por su madre.
Bruno estaba obsesionado por el sexo y tenia un complejo enorme, lo cual le hacia creer que ninguna mujer querría tener relaciones con él y busca toda clase de formas para satisfacer sus necesidades sexuales, por otra parte es un ser vacío que da pena.
Michel, biólogo, dedicado a la investigación, ha participado en el descubrimiento del ADN ,su vida es la física, varias veces hace alusión a la física cuántica, también nos hace reflexionar mucho sobre las religiones y las leyes del sistema.
La experiencia de vida de estos dos personajes puede abarcar a todos los extractos sociales llegando a convertirse en un esperpento, las personas no tienen alma llegan a ser una marioneta sin volotad, movidas por la especulación, gobernadas por discursos vacíos.
Se llega a una sociedad sin valores donde la libertad es lo máximo, no se prohíbe nada
y cuando se enfrentan a la enfermedad carecen de la fuerza necesaria para afrontarla llegando al suicidio.
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