"El mundo" de Juan José Millás
Juan José Millás
Tras vivir en Valencia los primeros años de su vida, se trasladó con su familia a Madrid, ciudad donde ha vivido la mayor parte de su vida. Fue un mal estudiante y cursó la mayoría de sus estudios en horario nocturno mientras trabajaba en una caja de ahorros. En la universidad empezó Filosofía y Letras, que abandonó al tercer año. Obtuvo un trabajo como administrativo en Iberia y se consagró a la lectura y la escritura.
En su numerosa obra cualquier hecho cotidiano se puede convertir en un suceso fantástico. Para ello creó un género literario personal, el «articuento», en el que una historia cotidiana se transforma por obra de la fantasía en un punto de vista para mirar la realidad de forma crítica. Sus columnas en El País han alcanzado un gran número de seguidores por la sutileza y originalidad de su punto de vista para tratar los temas de la actualidad, así como por su gran compromiso social y la calidad de su estilo.
Sus obras han sido traducidas a varios idiomas. En su novela de 2006, titulada Laura y Julio encontramos plasmadas sus principales obsesiones: el problema de la identidad, la simetría, la soledad próspera, el amor, la fidelidad y los celos.
En el mes de mayo de 2006 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Turín.
El 15 de octubre de 2007 es galardonado con el Premio Planeta por su novela autobiográfica El mundo, unas memorias de infancia, casi de adolescencia, que cuentan la historia de un muchacho que vive en una calle y cuyo sueño es escapar de esa calle.
El mundo
El autor nos pasea por su mundo. Nos lleva de la mano desde su niñez a la madurez y nos atrapa en esa calle, barrio, su mundo que también es el nuestro. Comienza con la observación asombrada del niño a su padre que, en su taller, diseña un bisturí eléctrico que cauteriza a la vez que corta. De la misma manera que la escritura cauteriza sus propias heridas. Sus rasgos personales, su timidez o su soledad se exponen como parte de la novela de su vida. Con el paso del tiempo sus recuerdos son vistos con un modo irónico y divertido pero siempre inteligente.
En esta obra, premio Planeta 2007,se habla de la oscuridad de un tiempo de posguerra; de la vida callejera en la que el niño se las apaña; de la realidad gris, opaca, tras la que hay sorpresas; de la amistad y del amor, no correspondido; de las fantasías aventureras del niño, que no quiere renunciar a su necesidad; del sentimiento de soledad y de desamparo, de esa muerte propia que ya llega, que siempre llega; y se habla, en fin, de la desaparición de los padres, el hecho atroz con el que hay que cargar con las cenizas de una incineración. Porque vivir es, en efecto, carbonizarse. Son asuntos que Millás ha tratado en sus obras e incluso en sus colaboraciones periodísticas que,son auténticas fiestas.
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