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20 junio 2008

Comentarios a “Sostiene Pereira”

La obra : "Sostiene Pereira"
De Antonio Tabucchi. Editorial Anagrama. 182 pp.

El autor: Antonio Tabucchi (nacido en Vecchiano, provincia de Pisa el 24 de septiembre de 1943) es un escritor italiano, profesor de Lengua y Literatura Portuguesas en la Universidad de Siena.
Enamorado de Portugal, es el mejor conocedor, crítico y traductor italiano del escritor portugués Fernando Pessoa. Tabucchi conoce la obra de Pessoa en los años sesenta, en la Sorbona, le fascina de tal forma que a su regreso a Italia acude a clases de portugués para comprender mejor al poeta.
Junto a Maria José de Lancastre, su esposa, ha traducido al italiano muchas de las obras de Pessoa. Ha escrito, además, un libro de ensayos y una comedia teatral sobre él.
Ha obtenido el premio francés "Médicis étranger" por su novela Notturno Indiano, y el premio Campiello por Sostiene Pereira.
Algunos de sus libros más conocidos son: Nocturno Hindú, Pequeños equívocos sin importancia, Un baúl lleno de gente, Los últimos tres días de Fernando Pessoa, Sostiene Pereira, La cabeza perdida de Damasceno Monteiro y Se está haciendo cada vez más tarde. Varios de sus libros han sido llevados al cine, entre los que destaca Sostiene Pereira, donde Marcello Mastroianni destaca en una de sus últimas interpretaciones, en 1995, sólo un año antes de su fallecimiento.
En 2004 recibió en España el Premio Francisco Cerecedo de periodismo.

Comentarios a la Obra:
El subtitulo de la obra (Una Declaración) da fiel muestra de cómo está escrita esta novela: como si el autor estuviera interrogando y relatando la declaración del protagonista.
Sostiene Pereira es una excelente novela ambientada en 1938, en Lisboa, narra las peripecias que vive un periodista sesentón encargado de la página cultural de un diario proclive a la dictadura fascista de Salazar.
Conoce a Monteiro Rossi, un joven autor inquieto con ideales revolucionarios, al que pide una muestra de su escritura. Cree que el autor podrá trabajar como su ayudante en el diario escribiendo necrológicas anticipadas, pero cada crónica que le entrega a Pereira es una nota sobre algún escritor rebelde imposible de publicar en aquel ni en ningún otro periódico del país. La intensa relación que se establece entre el periodista, Monteiro y su novia Marta, cristalizará en una crisis personal, una maduración interior y una dolorosa toma de conciencia que transformará profundamente la vida de Pereira. Son cambios que abren en el periodista una brecha por la que empieza a colarse parte de la realidad. Esa realidad que tanto oculta su periódico y que él tampoco ha querido ver. De ahí emergerá otro Pereira que escribe con las ansias que siempre quiso escribir.
Entre medio, viaja a un balneario donde el doctor Cardoso, un médico muy especial, le explica una curiosa teoría acerca de la Confederación de las Almas que afirma la existencias de pluralidad de yoes que se pone bajo el control de un yo hegemónico, que será destronado tras la aparición de uno nuevo más fuerte....Son los cambios de personalidad.
Pereira sostiene que cambió por la libertad.
La historia encierra también un homenaje al poeta portugués, Fernando Pessoa (1888-1935). Un poeta que tenía muchos poetas dentro, un ser complejo y poblado por una verdadera confederación de almas.
Pereira sostiene que él no está ni con unos ni con otros pero comprueba poco a poco cómo ese camino del medio, en medio de la nada, a menudo está en medio de todo. Va descubriendo otras angustias tan reales como la realidad de la que empieza a dudar. Pereira, siendo uno de esos, al final se atreve a dudar de si mismo y de la realidad y a transformarla.
De manos de Pereira, Tabucchi nos introduce en una Lisboa de finales de los años 30. Nos hace pasear por sus calles, plazas, barrios y avenidas, nos llena de nostalgia, saudade, fados, ansias reprimidas de libertad y, aunque triste el personaje, al menos tuvo la suerte de vivir en Lisboa. También nos regala un personaje grande y una, aunque breve, gran novela.
Mientras tanto, Pereira afirma, cuenta, dice, relata, asegura,...sostiene. Y, paseando, una amiga le sostiene la limonada con emoción y cariño.

La frase: “Nadie me conoció bajo la máscara de la identidad ni supo nunca que era una máscara, porque nadie sabía que en este mundo hay enmascarados. Nadie supuso que junto a mí estuviera otro que, al fin, era yo. Vivimos lejanos y desconocidos. Para unos, esta distancia entre el ser y ellos mismos jamás se revela: para algunos resulta de cuando en cuando iluminada; para otros esta es la penosa cotidianidad de la vida” (Fernando Pessoa)
“Es difícil tener convicciones precisas cuando se habla de las razones del corazón” (Pereira... y yo)

Sevilla 25/06/2008

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada.A parte de eso,tengo en mi todos los sueños del mundo.PESSOA.

Rafael dijo...

El comentario anterior define muy bien la identidad del gran Fernando Pessoa.
Aprovecho para invitar a nuestros visitantes a que se identifiquen aunque sea con un nic.
De cualquier manera, siempre gracias

Anónimo dijo...

Cuanto me gustaría pasear por mi amada Lisboa acompañado por esa amiga. Yo sostendría su mano y ella la limonada, sostengo.
Pereira

Anónimo dijo...

Sostiene Tabucchi que Pereira lo visito y no supo que decirle. Era un alma errante, sin trazos definidos, huidiza, pero que ya entonces quería ser protagonista de un libro. Decidieron citarse para escribir esta historia. Una historia enorme por su grado de humanidad, no sé si una gran novela, pero sí una gran historia. La historia de un hombre que sin saberlo, su opción de vida lo hacía sudar, le asfixiaba, y lo hizo; Tomo cuerda y arco, compromiso y mediocridad y se arrojó a luchar contra esa “Espiral de silencio”, encontró las palabras necesarias en la boca de un amigo, ¿En qué mundo vives, tú? Pereira extenuado, como siempre se dio cuenta que “Vivía como si estuviera muerto” que “La suya era solo una supervivencia, una ficción de vida”. Pereira, seguro que no por desconocimiento, sí por desacuerdo tibio, lealtades superfluas y timoratas, prefería no definir. Se dio cuenta que su mundo íntimo era compatible con el compromiso social. Para mí, estas páginas han sido un regalo que me ha hecho Tabucchi. Unos días maravillosos paseando por Lisboa, sintiendo la brisa que me regalaba el Atlántico, oyendo su música y mirando sus calles en colores sepia. Días en los que he hecho un nuevo amigo, para mi colección de vidas ajenas, un ser humano enorme y generoso. Un amigo que aplaca su soledad hablándole a un retrato ausente. Una ausencia que no dejaba de llenarle sus días. Unos días eternos, en una hermosa ciudad. Como Pereira, a veces paseamos por el camino del miedo, en medio de la nada, y en miedo de todo; sin atrevernos a ser libres. Un “Sostiene” la libertad.
Paca

Anónimo dijo...

"Y rompe el silencio.Sabe que esto significa su destierro, pero es lo unico que puede hacer para estar tranquilo con su conciencia".
Abandona el pasado y empiesa a vivir el presente.
Pereira cuenta, afirma y"sostiene"
Un llamamiento a la cociencia civil y periodistica.

Rafael dijo...

Por los comentarios recibidos a las pocas horas de poner la referencia a "Sostiene Pereira", aprecio el alto interes suscitado por esta novela de Tabucchi.
Bonitos comentarios. Literarios. Sostengo

Anónimo dijo...

Una gran novela y bien escrita que al principio se me hizo lenta para terminar gustandome mucho.
La pareja y el medico transforman la personalidad del protagonista y crean un nuevo Pereira inolvidable.
Robledo

Anónimo dijo...

Como en nuestro interior algo se mueve cuando se ven tantas injusticias y parece que no se puede hacer nada, Pereira ve como asoma su yo hegemónico y no puede comprender como va cambiando su forma de pensar y no hace nada.
En la conversación que mantiene con el padre Antonio decide publicar unos capítulos de un escritor, que le puede comprometer y al fin se compromete, deja salir su otro yo.
Es un personaje tímido y tremendamente introvertido, que no evoluciona, sumergido en su mundo pasa los días.
El contactar con Monteiro Rossi y Marta, le abre nuevos horizontes, las conversaciones con el doctor Cardoso, todo esto, le lleva a pensar que se siente solo y cuando se está verdaderamente solo es el momento de medirse con el yo hegemónico que quiere imponerse.
Al fin vence su otro yo y Pereira se decidio a escribir, corrió el carro y debajo a la derecha, puso su nombre .
Tuvo que huir, pero se marcho satisfecho de haber hecho algo, cogio el retrato de su esposa y se marcho.

Anónimo dijo...

Sostiene Pereira. Esta obra nos muestra una vez mas, como se puede tomar conciencia, ante una situacion injusta. Pereira, persona con un alto nivel de conformismo y nada comprometido, debatiendose en su anodina vida, se vera de pronto transportado a sus años juveniles por Marta y Monteiro, jovenes luchadores por cambiar a una sociedad mas libre y justa . Un precioso mensaje de Antonio Tabuchi. Sostiene Carmen

Anónimo dijo...

Pereira,Pereira y sus azucaradas limonadas.Una imagen ciertamente bucólica,afable e incluso podríamos decir que hasta amigable.Pero ahondemos un poco más allá y encontraremos a un personaje cuya vida transcurre por unos derroteros correctos, podríamos afirmar, sin olvidar que todo ello está dentro de una dictadura que oprime y ahoga cualquier tendencia o intento de cambio en un ambiente de temor y miedo.Pero hete aquí que , poco a poco, y como sufriendo una metamorfosis vital Pereira va tomando conciencia y partido por una situación y unos personajes que de manera transversal se van introduciendo en su existencia y haciendola añicos. Estos personajes; Rossi, Marta, etc... suponen un aldabonazo en su monotonía, y frente a lo que podría haber sido, opta sin embargo por el compromiso y la implicación, hasta tal punto que se verá obligado a tomar decisiones que creíamos impensables en un bonachón como él. Es esta una implicación no exenta de riesgo pero que sin duda es necesario hacer, sobre todo cuando la inmensa mayoría toma el camino fácil del silencio. Es por tanto Pereira un hombre con una valentia fuera de duda, al cual no le tiembla el ánimo cuando se enfrenta a fuerzas muy superiores a la suya.
Me parece por todo ello esta lectura, una canción a la libertad y a la democracia qu es necesario no olvidar pues los fantasmas de las tiranías, en sus más diversas formas, están siempre acechantes incluso debajo de las formas más afables.

Recordad siempre que es necesario reirse incluso de uno mismo, es el primer paso a la felicidad.