ELPAIS.com - Sección Cultura

26 enero 2009

"La mancha humana" de Philip Roth


El autor, la obra y sus personajes

El autor:
Philip Roth nació en Newark (New Jersey) el 19 de marzo de 1933 en el seno de una familia Judía recién emigrada de Europa. Estudió en la Universidad de Chicago un master en Literatura inglesa y ejerció de profesor de Escritura Creativa y Literatura Comparada en diversas universidades. Se retiró de la docencia en 1992.
Escribió su primera novela en 1959 pero el éxito comercial y critico le llegó con “El lamento de Portnoy” en 1969 a partir de cuya fecha escribe y experimenta diversos estilos. Con influencia de Kafka escribe “El pecho” y a finales de los años 70 crea a un protagonista de varias de sus más afamadas novelas: Nathan Zuckerman. Uno de los periodos más fructíferos en la carrera literaria de Roth comenzó con “Operación Shylock” (1993) y siguió con “El teatro de Sabbath” (1995), “Me casé con un comunista” (1998), “La mancha humana” (2000), “El animal moribundo” (2001) fue guión de la película Elegy, “Elegia” 2006 y “Sale el espectro” 2008.

Comentario a su obra
Una prestigiosa revista literaria eligió, por votación de autores actuales, los mejores libros de ficción estadounidenses de los últimos 25 años: de los 22 primeros, seis eran de Roth: Pastoral americana, La contravida, Operación Shylock, El teatro de Sabbath, La mancha humana, y La conjura contra América. El ensayo que acompañaba a los resultados decía: "Si hubiéramos buscado al mejor escritor de los últimos 25 años, Roth hubiera ganado."
Durante toda su vida Philip Roth escribió sobre los miedos. Los alrededor de 35 libros del escritor estadounidense tratan de la moralidad falsa de la sociedad estadounidense, de la familia judía como criadero de neuróticos y la búsqueda de la felicidad a través de la satisfacción sexual.
Sin embargo, en las últimas obras “Elegia” y “Sale el espectro” son la enfermedad, la decadencia física y la muerte quien centra sus reflexiones literarias. Dice el autor que "La vejez no es una lucha. La vejez es una masacre" y "Sólo hay una receta contra el enjevecimiento: aceptar las pérdidas y sacar el mayor provecho de lo que nos queda". Roth vive desde hace más de tres décadas en una granja y teje allí entre hilos autobiográficos y ficticios sus brillantes historias.

La obra: La mancha humana.
Dice en la novela “.....dejamos una mancha, un rastro, nuestra huella,....impureza, crueldad, abuso, error, excremento, semen... somos como los dioses griegos que son mezquinos, se pelean entre ellos, combaten, odian, joden...disipación, depravación, placeres groseros,.....Dios a imagen del hombre...”
Con la referencia puesta en el escándalo Clinton-Lewinsky, relata como Coleman Silk, decano de universidad, ve cómo su reputación y su carrera se arruinan por decir una expresión poco afortunada en un momento inoportuno. La fiebre de lo políticamente correcto ­desata, a partir de una sola frase, consecuencias devastadoras.
Pero la verdad acerca de Silk desarmaría todas las acusaciones.
Es un secreto que guarda desde hace años y que no conocen ni su mujer, ni sus cuatro hijos, ni sus colegas, ni sus amigos, solo sus novias. Es el secreto que le llevó a la ruptura, nunca superada, de su amada Steena, novia de juventud. Es lo que le ha marcado su sino, su accidental destino, la decisión de una mentira de un instante que arrastra durante toda su vida... “cuando las cosas nunca pueden ser distintas de lo que son”.
Coleman siempre aparece con un pie a cada lado de la línea de división establecida: Hace renuncia de sus padres pero critica la separación de sus hijos. Siente orgullo de raza pero la decisión de un instante le lleva a mentir sobre ella, No es ni blanco ni negro.
Solamente permanece en la actitud rebelde, insolente, arrogante del que quiere reafirmar su individualidad y singularidad permanente: “antes individuo que grupo”. La parodia de la Purificación se efectúa en su entierro: con la exaltación del pasado y el tremendo final de la tercera de Mahler: Honor y gloria tras la muerte...de nuevo La mancha humana
Faunia Farley es su joven amante, con el pasado en cajitas debajo de la cama, es la que le hace que olvide el odio y la venganza y le devuelve la última esperanza y felicidad gracias al sexo, a sus setenta y un años. Ella ha sufrido desde niña los malos tratos, los abusos, la miseria, la ignorancia. Un exmarido adiestrado por el sistema para perseguir y matar consigue su objetivo. Coleman y Faunia se necesitan, se entregan y se dan una oportunidad. Coleman le devuelve la dignidad y la ternura, ambos encuentran su consuelo, pero la sociedad puritana no admite ese amor y los condena. Solo por amarse libremente. Por reinventarse.
Delphine Roux es la joven intelectual europea que creyó en el sueño americano, en un país con recursos ilimitados; pero se encuentra con un mundo que no entiende, con una inmensa dificultad para tener relaciones, sexuales o intelectuales, a causa de la anodina y mediocre sociedad americana... aunque siempre le queda Coleman, “un intelectual, profesor carismático, decano influyente, vigoroso y en forma...” ....pero todo esto lo aprecia demasiado tarde....ya lo ha perdido. De nuevo la difamación y la infamia.
Philip Roth revela en “La mancha humana” verdades sobre la sociedad y lo hace con rabia pero sin desprecio, como solo uno ama y odia sus propias cualidades y defectos.
Como el que disecciona con bisturí, hace análisis de la sociedad sin ánimo de justificar ni salvar a nadie y critica la hipocresía, el racismo, el puritanismo, el espíritu persecutorio, el judaísmo, la organización universitaria y, sobre todas las cosas, la mediocridad. El hombre como victima de su entorno ya que el que se resbala suele ser pisado.
En este relato, a Roth no le interesan los líderes. Sus personajes son los que sufren por las guerras; los que se encuentran al borde de la soledad y el fracaso personal, aun teniendo el triunfo social, como la joven Delfhine; los despreciados por la raza, por la sinrazón, la insidia, los desplazados a la cuneta de la vida; todos son las victimas......y nos lo cuenta de la mano de su “otro yo” Nathan Zuckerman a través de quien nos manda mensajes de su preocupación por el sexo, la vejez, la decadencia física y la muerte...pero también por sentir la vida, por la importancia de querer seguir vivo. Por la libertad
La mancha humana y Philip Roth no dejan a nadie indiferente. Y no solo por lo que dice y emociona, sino por como lo hace. Su lenguaje es preciso, vigoroso, inteligente y muy culto. Una lectura que sacia de palabras, que llena de sentimientos encontrados que nos pide seguir leyendo. Una novela intensa y grande donde la ficción solo es superada por la realidad.
Un libro inmensamente humano.

Sevilla 14/01/2009

5 comentarios:

Rafael dijo...

Estoy seguro que todos los comentarios caben sobre la lectura de esta tremenda obra donde el mucho contenido no ha causado daño alguno al continente. Un exquisito, culto y rico vocabulario es el portador de numerosos mensajes a una sociedad donde reina y campa la hipocresía y la mediocridad. Y en medio de todo el temor a la decadencia física y la firme idea de alcanzar la felicidad a través del sexo.
Una gran obra.

Anónimo dijo...

La mancha humana es una historia de ambicion y ansias de amar.
Nada sucede gratuitamente y sus consecuencias marcan para siempre al individuo.Para comprender a Coleman tendriamos que situarnos en su vida y en su espacio.Roth, logra comvertir acontecimientos locales en universales y denuncia hechos concretos en la historia de Estados Unidos.Las guerra la falta de libertad, el racismo,la corrupcion politica y el cinismo moral de la sociedad.Quizas lo mejor de este libro sea la manera de escribirlo,porque como dice Rafael su lenguje es exquisito y difrutas leyendolo.

Paca dijo...

Yo no puedo comentar la Mancha Humana como algo individual, solo puedo hacerlo como un puñado de historias que el autor va dejando en sus libros. Todos son uno, todos gritan lo mismo...Philip Roth es el que mejor sabe expresar como nos sentimos cuando llega el momento más desconcertante para el ser humano, para el que nadie está preparado, la Elegía de la muerte, esa fuerza intensamente turbadora, la mayor catástrofe a la que se enfrenta el ser humano, su propio proceso de extinción. Ese paso del tiempo que hiere, la edad daña, en ese momento el autor disculpa, concede derechos, los derechos de poder elegir en libertar una mentira, un amor, una opción sexual, una pataleta al tiempo. Hace que sus personajes encierren pasados donde lo crean oportuno ¿a quién le importa? Hace que se enamoren ¿Qué más da de quién? Que elijan la manera de pecar, el pecado es humano y el derecho a perdonar o no, también.
Philip Roth sabe que el Tic-Tac de cada uno de nosotros no es igual, aunque a veces nos crucemos, pero él perdona, otorga y da derechos. ¿Porqué no? El animal se vuelve moribundo ¿Dónde está su libertad? Sus novelas no son juicios sociales ni cazas de brujas, no aplaude la falsa moral, ni analiza acciones, solo deja vivir. Y vivir más tiempo es lo que quería Consuelo aquella noche en el sofá, cuando esperaba junto a David la llegada, mientras esperaba decía ¡¡Este es mi cuerpo, esto no puede estar sucediendo!! Pero sucede.
Sus novelan no desbordan insulsa alegría, me parecen enormes, con una prosa densa y profunda, con momentos de gran intensidad emocional. Son inmensamente humanas y nos enseñan a vivir y a dejar vivir. Son Philip Roth

Anónimo dijo...

La mancha humana

Un cuervo que vive enjaulado en una tienda de animales domésticos se escapa de su prisión y es atacado por los pájaros de su misma especie. Un personaje, amiga y admiradora, Faunia Farley, explica este hecho porque el cuervo ya no sabe graznar, se le ha obligado, mediante la socialización, a ser algo que realmente no es, y ha perdido su propio lenguaje, siendo irreconocible para los “suyos”.

Se podría considerar este animal como un símbolo fundamental en la trama de la obra.

Coleman Silk, el protagonista, representa el cuervo que se escapa de la jaula en pro de la máxima libertad que un hombre puede alcanzar: la individualidad absoluta. Esto con el handicap de que, dadas sus circunstancias (el lugar social, político y cultural en el que le ha tocado nacer y vivir), tendrá que renunciar a sus orígenes para poder alcanzar lo que desea.

Aquí se presenta la gran contradicción de la novela: abandonar sus orígenes para llegar a ser lo que éstos (su padre y madre) quisieron ser, lo que le inculcaron a él y a sus dos hermanos, lo que tuvieron que abandonar por su propia condición...
Y así, haciendo gala de una capacidad ejemplar para tomar una decisión y aferrarse a ella, Coleman Silk reconstruye toda su vida sobre una mentira que mantendrá hasta el final de sus días, momento en que se le vuelve en contra por una falsa acusación que le hará retroceder en todo lo logrado: su carrera exitosa como profesor y decano de Universidad; el prestigio alcanzado por su excelente conducta, su corrección y actitud de ayuda para con el prójimo, etc.

Junto a este personaje aparecen otros que ayudan a reforzar el hilo temático que refleja constantemente las injusticias de la vida; la crueldad y el desagradecimiento con los que a veces esta paga el esfuerzo por mantener la honradez y la excelencia; "el éxtasis de la mojigatería" y la doble moral americana en los tiempos en los que salen a la luz los escándalos sexuales del presidente Bill Clinton, todo esto quizás... la mancha humana.

Pero no todo es negativismo a lo largo del texto. Para compensar la amargura a la que se ve exiliado el protagonista, el autor, como el propio destino, deja que aparezcan en el momento menos esperado y de la forma más casual, una preciosa historia de amor, y, en paralelo, otra auténtica de amistad, basadas ambas en el apoyo incondicional; en la confidencialidad que nunca se creyó posible; en el respeto a las formas de vida más dispares... gracias a las cuales Coleman Silk, Faunia Farley y Nathan Zuckerman resurgen a la vida cuando ya lo creían todo perdid


Especialemente destacable un fragmento en el que Coleman Silk habla de la individualidad, su objetivo más claro y por el que abandona todo lo que es. No quiere pertenecer a ningún grupo y la raza, tal y como se toma en esa época, lo es. Él no cree en blancos ni en negros, ni en ninguna manifestación política y por eso proclama el valor del individuo por sí mismo, con la suficiente capacidad de hacer de su vida algo loable.

Anónimo dijo...

LA MANCHA HUMANA (Philiph Roth) La historia es narrada por el escritor Nathan Zuckerman (personaje queaparece ya en anteriores novelas de Roth), vecino del protagonista,Coleman Silk, quien le hace prometer que escribirá un libro contando suvida.El autor, a través de Zukerman, nos sumerge en una historiatremendamente complicada, situada en 1998, cuando la sociedad americanaestá viviendo una época de contradicciones e hipocresía, coincidiendocon el escándalo Lewinsky.Coleman Slik, profesor decano de la universidad de Athena, se veenvuelto en un injusto juicio desencadenado por una denuncia infundadade racismo que hace una alumna y que es aprovechada por una profesora ,la Srta.Delphine, para lanzar toda una serie de calumnias y conseguirque todos sus compañeros se aúnen para derrumbar al hombre que,paradójicamente, antes les ayudó. Profundamente decepcionado y cruelmente desprestigiado, se niega adefenderse, ya que no puede reconocer en la frase que pronuncia (negrohumo) el racismo del que es acusado, y decide abandonar su puesto. Comoconsecuencia de todas estas adversidades, muere su mujer y Coleman caeen una depresión, situación en la que busca desesperado la ayuda de suvecino escritor,Zukerman.Lo bonito y conmovedor de esta historia es que el protagonista consiguedesafiar todos los obstáculos, sigue luchando y resurge a la vida através del amor (hacia Faunia Farley) y la amistad (con Zuckerman). Como temas paralelos, Roth nos muestra los horrores que pasan losveteranos de la guerra de Vietnam; las vejaciones que tienen que sufrirlas personas de color; la absoluta falta de autoestima a la que puedellegar una persona (en este caso Faunia) tras ser abatida por continuasdesgracias; la hipocresía y la envidia de la profesora que hizo correrel rumor del robo para calumniarlo, etc. Cuando se avanza en la lectura se descubre la gran paradoja que loenvuelve todo y es entonces cuando la historia cobra aún más sentido:una mentira ocultada durante toda una vida, una renuncia a los propiosorígenes, una sociedad que castiga y fuerza a las personas a hacer loque nunca hubiesen deseado, únicamente por defender sus derechos comopersonas, más allá de ideologías, razas o colectivos de cualquier tipo. En fin, yo creo que es un libro muy profundo, que se le puede sacarmucho jugo, se me ha hecho un poco pesadillo, pero merece la penaleerlo.