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07 mayo 2005

Madama Butterfly

07/05/2005

Actividad extraordinaria
Asistencia a la Opera:
“Mma. Butterfly”- Memorias de una Gheisa, De Giacomo Puccini
Teatro Maestranza Temporada 2004-2005.

MMA. BUTTERFLY ES UNA OPERA DE GIACOMO PUCCINI, CON LIBRETO DE GIUSEPPE GIACOSA Y LUIGI ILLICA, INSPIRADO EN LA OBRA TEATRAL DE DAVID VELASCO. SE ESTRENÓ POR PRIMERA VEZ EN EL TEATRO DE LA ESCALA DE MILÁN EL 17/02/1904 (EN DOS ACTOS), Y LA VERSIÓN DEFINITIVA, EN TRES ACTOS, EN PARIS EN 28/12/1906.

Ensayo General día 7 de Mayo 2005 con asistencia del ilustre colectivo de lectura ASABER
Representaciones Días 9, 11, 13 y 15 de mayo de 2005, 10 y 14 de mayo*
Madama Butterfly de GIACOMO PUCCINI
Director musical: CARLO RIZZI
Director de escena: GIANCARLO DEL MONACO
Director de Coro: VALENTINO METTI
Escenógrafo y Figurinista: MICHAEL SCOTT

Butterfly (Cio-Cio-San): XIUWEI SUN Soprano
B.F. Pinkerton:Tte de la Marina USA: AQUILES MACHADO Tenor
Sharpless, Cónsul de EE.UU. en Nagasaki : JUAN JESÚS RODRÍGUEZ Barítono
Suzuki, sirvienta: ENKELEJDA SHKOSA Mezzosoprano
Goro, casamentero: EDUARDO SANTAMARÍA Tenor
Tío Bonzo: MAXIM MIKHAILOV Bajo
Príncipe Yamadori: VICENÇ ESTEVE Tenor
Kate Pinkerton: SILVIA VÁZQUEZ Soprano
Comisario imperial: FRANCISCO SANTIAGO Bajo
Dolore: ANA GANFORNINA
Niño: ANTONIO FAYA
Producción de TEATRO SAN CARLO DE NÁPOLES
REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA
CORO DE LA A. A. DEL TEATRO DE LA MAESTRANZA ARGUMENTO

Pinkerton, un oficial de la marina americana destinado en Japón, ha concertado un matrimonio con una geisha japonesa, Cio-Cio-San, conocida como Butterfly. Celebra el matrimonio con ella, a pesar de las advertencias de Sharpless, el cónsul americano. Pinkerton regresa a América, dejando a la fiel Butterfiy, quien, sin él saberlo, da a luz a un hijo suyo. Ella no puede creer que Pinkerton la haya abandonado. Tres años más tarde, él regresa, con una nueva esposa americana. Cuando Butterfly se entera de la verdad, se suicida

ACTO I
Una colina desde la que se divisa la ciudad y el puerto de Nagasaki.
El Teniente Pinkerton ha pactado con Goro, negociante de matrimonios, su boda con Cio-Cio-San (Butterfly). La boda está a punto de celebrarse y Pinkerton inspecciona la casa que está incluida en el contrato de matrimonio. Goro le presenta a Pinkerton a los sirvientes, entre los que se incluye Suzuki, la doncella de Butterfly. Goro le está describiendo a Pinkerton cómo va a ser su boda cuando Sharpless, el cónsul americano, llega. Éste y Pinkerton brindan por América (Dovunque al mondo... América para siempre). Sharpless le pregunta a Pinkerton si no está loco por Butterfly; Pinkerton no está seguro pero quiere poseerla incluso aunque sabe que esto puede herirla. Sharpless teme por el futuro de Butterfly e intenta disuadir a Pinkerton de que se case con ella. La respuesta de Pinkerton es brindar por la auténtica esposa americana que algún día tendrá.
Goro regresa para anunciar que se aproximan Butterfly y sus amigos (Quanto cielo! Quanto mar!). Sharpless le pregunta a Butterfly por su familia. Ella le cuenta que pasaron por una mala época y las mujeres se tuvieron que convertir en geishas para mantenerla; su madre va a venir a la boda pero su padre ha muerto. Los oficiales y los familiares llegan. Butterfly le muestra a Pinkerton todas sus posesiones excepto la más sagrada. Goro le dice a Pinkerton lo que es: una daga entregada por el Mikado al padre de Butterfly —una orden de suicidarse que él obedeció—. Butterfly le cuenta a Pinkerton que por él se ha convertido al Cristianismo, pero que no se lo ha contado a su familia.
La pareja se casa en una breve ceremonia. Las celebraciones subsiguientes son interrumpidas por Bonzo, uno de los tíos de Butterfly, que regaña a ésta porque ha descubierto que ha vuelto la espalda a su religión. La familia de ella se une a los insultos y Pinkerton ordena a todos, con, enfado que se marchen.
A solas con Butterfly, Pinkerton intenta consolar a su esposa y, mientras cae la noche, la conduce hasta el interior de la casa (Viene la sera).


ACTO II
Tres años más tarde.
Pinkerton ha tenido que volver a América. Butterfly y su fiel Suzuki siguen viviendo en la casa. Tienen poco dinero pero Butterfly se niega a creer que Pinkerton la ha abandonado y le cuenta a Suzuki cómo él volverá un hermoso día [Un bel di)
Sharpless llega con Goro para decir que ha recibido una carta de Pinkerton. Tan grande es la emoción de Butterfly que no encuentra la ocasión de contarle a Butterfly el resto del mensaje de Pinkerton. Ella le cuenta a Sharpless los intentos de Goro de casarla con otro pretendiente, y Sharpless observa mientras ella rechaza al último de ellos, el adinerado Yamadori. Goro les dice a los hombres que el barco de Pinkerton está a punto de llegar, y Yamadori se marcha.
Sharpless intenta leer el resto de la carta de Pinkerton a Butterfly y convencerla de que acepte a Yamadori. Su respuesta es hacer pasar a su hijo -el hijo de Pinkerton- de cuya existencia no tenían conocimiento ni Sharpless ni Pinkerton. Si Pinkerton la abandonara, Butterfly tendría dos opciones, convertirse en mendiga o morir [Che tua madre]. Sharpless, sobrecogido por la emoción, se marcha, prometiendo contarle a Pinkerton que tiene un hijo.
Suzuki hace entrar por la fuerza a Goro, quien ha estado extendiendo rumores por Nagasaki de que Butterfly tiene un hijo sin padre. El enfado de Butterfly con él se desvanece. Se oye el cañón del puerto anunciando la llegada de un barco. Butterfly se da cuenta de que es el de Pinkerton. Decora la casa para celebrar su llegada y le dice a Suzuki que llene la habitación con flores [Scuotti quella fronda). Después se pone el traje de novia para esperar a su marido.

ACTO III
Amanecer del día siguiente.

Suzuki convence a Butterfly para que duerma tras su inútil noche de vigilia. Sharpless llega a la casa con Pinkerton y su esposa americana, Kate. Suzuki le relata a Pinkerton la fidelidad de Butterfly y lo feliz que está por su llegada. Pero Sharpless explica que la necesita para que les ayude a comunicar a Butterfly la noticia de que Pinkerton está casado; juntos deben asegurar el futuro del niño [lo so che alle sua pene].
Pinkerton es incapaz de enfrentarse a ella y se marcha afligido [Addio, fiorito asil]. Tiene que ser Suzuki la que le cuente a Butterfly la verdad.
Kate Pinkerton pregunta si se puede llevar al niño para que pueda ser debidamente atendido. Butterfly, manteniendo su dignidad, responde que si Pinkerton vuelve a la casa en media hora le dará al niño. Cuando se han marchado los visitantes, da permiso a Suzuki para que se marche y se prepara para un suicidio ceremonial. Suzuki empuja al niño dentro de la habitación y Butterfly se despide de él [Tu? piccolo Iddio!]; y entonces se suicida. Se oye a Pinkerton gritando su nombre.

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